Por Laura Canastero Villa
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María Camila Pérez |
María Camila, con tan solo 18 años, es una mujer nacida en Medellín el 8 de septiembre de 1992 bajo el signo Virgo, de piel blanca, ojos café oscuros, cabello rubio, labios gruesos y estatura de 1.64. Llama la atención en cualquier lugar con sus diseños exclusivos para los zapatos y la fotografía en el modelaje. Hermosa, inteligente, creativa y soñadora son algunas de las cualidades que caracterizan a esta bella paisa.
Con una sonrisa y un abrazo me abrió la puerta de su almacén ubicado en la carrera 35 No 7-74 en El Poblado. Con un tono amable me ofreció sentarme en un mueble de rayas de color fucsia y morado, mientras hablábamos un poco sobre su recorrido de su empresa, diseños y modelaje.
El lugar está decorado con zapatos, bolsos, un espejo grande, flores, cuadros, un sofá fucsia y morado. En la mesa de la caja de pago tiene dulces (chocolatinas jet y gomitas) y dos espantapájaros, ya que al día siguiente era Halloween. La pared está pintada de blanco y rosado, en este lugar podrás sentir la magia al entrar.
Actualmente cursa segundo semestre de Ingeniería de Diseño de Producto en la Universidad EAFIT, de Medellín. Ella ama su carrera aunque no tenga que ver mucho con lo que hace, pero es algo que la apasiona y que cada día da lo mejor de ella para conseguir lo que quiere, aunque esta carrera sea tan complicada.
Durante la entrevista, que duró aproximadamente una hora, se sintió segura al responder cada una de las preguntas. En el transcurso llegaron dos clientes para comprar zapatos, lo cual hizo que fuera más lenta la entrevista. Al finalizar me ofreció un vaso de agua y me obsequió dos chocolates, lo que hizo que este tiempo fuera agradable.
Ella tenía una camiseta de la piel de un Leopardo, un blue jean, unas botas de color café que le llegaban hasta las rodillas, unos aretes azules y sus uñas estaban pintadas de café (sangre toro).
El reconocimiento que tiene a nivel local y nacional nace de un proyecto para la Feria de la Creatividad de su colegio, en medio de recuerdos de abuela, donde crear, inspira el alma, sentir roba miradas y sonreír nos rodea de amor, explorando dulces sueños llenos de ilusión que apasionan la imaginación, expresando pensamientos, sentimientos y deseos que contagian al mundo con texturas, aromas y colores, la alegría de vivir y dejar salir la imaginación.
La magia de crear contagio a María Camila en unas de las épocas más llenas de amor del año, el mes de septiembre de 2008. Una vez tenía su empresa creada era necesario ponerle un nombre a la marca para comenzar a comercializarla oficialmente.
Camila pensó primero en ponerle Macapegi, por las iniciales de sus nombres y apellidos, pero su mamá le dijo que ese nombre parecía confuso y no era sonoro. Entonces empezó a pensar.
“A mí más que un zapato bonito me interesa venderle a mis clientes una experiencia inolvidable al caminar. Pensé en cual es el sentido que le permite a uno disfrutar más sensaciones. Para mí es el gusto. Entonces ya tenía el primer nombre de mi marca: sabor. Después pensé en un sabor sensual, que inspirara deseo y a la vez fuera sexy, como quiero que sean mis zapatos. Y ese es el de cereza. El nombre estaba completo: Sabor Cereza”, comenta Camila.Desde entonces no sólo ha tratado de que sus clientes reconozcan el nombre y el logo, sino que vean reflejado lo que Sabor Cereza inspira a Camila al diseñar. El año pasado ganó mención de honor con el evento Mujeres Talento en la categoría empresarismo que se realizó en Plaza Mayor.
Cuando iba a proseguir con la siguiente pregunta llegaron dos mujeres a preguntar sobre los zapatos, Camila se demoró seis minutos. En ese transcurso me paré del mueble a tomar fotos.
¿Usted en qué se inspira para hacer los diseños de los zapatos?
“Yo me inspiro en una mujer que sea autónoma, que quiera ser creativa, Sabor Cereza no tiene un ideal de mujer, no tenemos un público objetivo porque la idea es que todas las mujeres que se quieran sentir únicas puedan venir a Sabor Cereza porque tienen la posibilidad de elegir sus texturas y diseños exclusivos.La primera vez que hizo unos zapatos se enfocó en el Pop Art porque es prácticamente lo que ella es, muy alegre, colorida y espontanea; además ha trabajado varios diseños con este arte porque a la gente le llama mucho la atención, ya que es exclusivo.
Cuando hago un diseño miro más que todo lo que me rodea, yo empiezo a mirar formas de las calles, paisajes, lo cotidiano y uno ya con eso va sacando un vocabulario de imágenes, haciendo una reconstrucción de esas formas hasta unir la pieza de un zapato”.
La mayoría de las colecciones que saca Camila son de Cultura, la que más le ha gustado es “Mi tierra” que sacó en junio del año pasado, que era de los indígenas (las molas), con el fin de enfocarse en la raíz indígena de la cultura Colombiana.
Fue una colección que tuvo mucho éxito, además fue algo muy hermoso porque lo que hace Sabor Cereza es generar empleo para que la gente también progrese, no es solamente que ayuden a Camila en su sueño, sino poder ayudar en los sueños de ellos.
Las molas, provenientes de la cultura Kuna, que comparte el territorio de Colombia y Panamá, son confecciones decorativas de telas trabajadas al revés con la técnica del “bordado aplicado”, elaboradas con vistosos textiles de diferentes colores. Las molas, trabajadas tradicionalmente por las mujeres de la comunidad Kuna, no solamente son prendas diferentes e irrepetibles. Las molas son toda una filosofía, una tradición conservada.
Camila como modelo
Hace un año María Camila Pérez está en el mundo del modelaje, gracias al reconocimiento que ha tenido su empresa: cuando la llaman es para fotografía y muy poco para pasarela.
En fotografía le ha ido muy bien porque la han llamado para catálogos de ropa, ella tiene un cara de muñeca, es perfecta, llama mucho la atención; sin embargo, lo primero que Camila pone como condición es no mostrar mucho, no le gusta posar en vestido de baño ni en ropa interior: es una joven seria y decente. Sus medidas son 89-62-92.
Aunque desaprovecha muchas oportunidades por su carrera y su empresa, ella afirma que con la fama van llegando muchas oportunidades de dinero y muchas cosas más, entonces es imposible continuar con las que tiene, la fama es difícil de manejar.
“De la noche a la mañana ya no puedes ni salir a la calle y te das cuenta cómo son ciertos periodistas que inventan cosas, es muy difícil y terminas encerrado en tu casa”. Además, Camila, con tan solo 18 años, lo que más le importa es su carrera y su empresa, más adelante si se le da la oportunidad sacará adelante lo de modelaje.
¿Ha tenido insinuaciones?
“Sí, solo una vez después de hacer una pasarela en un lugar (no quiso decir en donde), cuando estaba en el camerino cambiándome para irme a mi casa una amiga me dio un regalo y me dijo que me lo había mandado un señor. Lo abrí y era un collar de murano y había una nota que decía que mandara el número de teléfono, que me quería conocer, pero de inmediato lo devolví. Nunca supe quién fue ese señor, soy una persona seria, me gusta mantener límites con la gente, para evitar ese tipo de propuestas indecente”.Al continuar con la otra pregunta llega una clienta. Ella, muy formal la atiende, mientras tanto yo me como el delicioso dulce que Camila me había obsequiado. Se demora aproximadamente cinco minutos y después continuamos con la entrevista.
Local de Sabor Cereza |
Camila no se preocupa mucho por su físico, pues ya a los contratistas no les interesa mucho ni que sea perfecta (90-60-90), sino que se desenvuelva bien frente a la cámara, pero sí le gusta ir algunas veces al gimnasio para tonificar, no le gusta hacer dietas; además, es vegetariana.
¿Se ha hecho alguna cirugía?
“No. Para las famosas ser bella es muy importante y es por eso que muchas actrices, modelos y cantantes deciden hacerse algunos arreglitos para lucir cada día mejor. Sé que no tengo el cuerpo perfecto, pero nunca me gustaría hacerme ninguna cirugía. Me gusta así como soy, no me gusta ser postiza, (se ríe) sino mostrarme como soy en realidad”.Ahora esta paisa está tratando de sacar su propio catálogo de zapatos, con su imagen (lo espera para el año siguiente) y seguir adelante con sus sueños y metas, y las oportunidades que le dé la vida.
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