domingo, 24 de abril de 2011

Espadas sin Sangre

Por María Patricia Pareja

Escudo de Mil Espadas.


 “Espadas sin Sangre es una nueva cultura que empezó hace cuatro años con el nombre de Mil Espadas”, afirmó David Gómez, un joven de 22 años que vive en el barrio Laureles de Medellín, su hobbie es practicar este juego de rol en sus ratos libres y la música que más le gusta es el Viking Metal.

“Decidimos volverlo más que un juego de rol y quisimos convertirlo en una comunidad cultural, no sólo de venir los sábados a divertirnos con el juego de las espadas, sino también hacer actividades como cine foros y conferencias.
El escudo, una de las armas de los vikingos.

Dentro del grupo no manejamos ideologías políticas, religiosas, ni cosas por el estilo, simplemente nos dividimos según los fines del juego en subgrupos llamados clanes.

Cada uno de los clanes adopta un tipo de cultura que le guste; por ejemplo está el clan Melec, una cultura de bárbaros, y el clan Kyoto, que son samuráis. Hay otros a los que les gusta más por el lado del juego de rol como Vanhamel o el clan de Dor Thalion, pero en general hay diferentes símbolos que pueden adoptar los clanes, y solo como juego no como cultura general.

Nuestro lenguaje son palabras normales. Las pocas palabras raras que utilizamos tienen que ver más que todo con los nombres de los juegos; por ejemplo el Milit, que es una guerra de todos contra todos dentro de una tarima.

En la forma de vestir cada quien es libre de venir a jugar como quiera. Hay unos que vienen de pantaloneta con camiseta, hay otros que nos gusta venir como si estuviéramos en la época para representar el rol, pero la vestimenta no es un reglamento a cumplir.”

Juan José Velásquez, otro de los integrantes de Espadas sin Sangre, dio una explicación sobre las armas que utilizaban los vikingos.

Integrantes del grupo Espadas sin Sangre.
“Las armas convencionales dentro de la comunidad vikinga son dos: las espadas, que solo los nobles o la gente más rica las obtenían ya que los materiales para forjarlas eran muy escasos y muy caros; y los escudos, que los tenían la mayoría de los vikingos y por lo general se acostumbraba a pintar diseños sobre ellos.”

David Gómez, otro practicante de esta cultura, afirmó: “Normalmente jugamos en el parque de la Villa de Aburrá, pero por métodos de juego y por variar un poco a veces pasamos a otros lugares de la ciudad, como el primer parque de Laureles, el parque de la Matea, y en ciertas ocasiones vamos a acampar o a hacer actividades en Santa Helena o bosques por el estilo.”

Jugando a ser vikingos en un parque de Medellín.

Además dijo: “Nuestro medio para convocar a los juegos o reuniones es Internet. En el grupo de Facebook, que es nuestra página oficial, publicamos cada cosa que sucede los sábados y las actividades que se van a realizar en la semana. También hay chistes contados por nosotros, sección de objetos perdidos y de gente que quiera vender o comprar cosas que no tenga, pero más que todo es una herramienta que nos ayuda a difundir información.”

 Para finalizar, todos ellos coinciden en decir que este juego combina la emoción con la fantasía de los juegos de rol ambientados en las edades de la espada e invitan a todos los interesados a que participen en esta actividad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario