lunes, 25 de abril de 2011

En el Zoológico Santa Fe, el “vivario” vive de día y de noche

Por Daniela Arango Loaiza
.

Cuando una persona empieza su trabajo como intérprete ambiental en el Zoológico Santa Fe, de Medellín, tiene la capacidad de ofrecer información sobre cada una de las especies que hay en el parque y puede promover el cuidado del medio ambiente a través de talleres de contacto, guías diurnas y nocturnas, capacitaciones y charlas a diferentes grupos o instituciones.

Es el caso de Gustavo Valencia, de 28 años de edad, licenciado en ciencias naturales de la Universidad de Antioquia y quien lleva trabajando en este parque diez años. En ellos se ha encargado del cuidado de los animales y de los intercambios con otras especies.

Después de cuatro años se interesó por el grupo de los reptiles y con ayuda del biólogo Juan Pablo Gómez creó el vivario del que saca mucho provecho, pues ha logrado la reproducción de ranas durante todo el año, lo que ha servido para tener un buen intercambio con otros zoológicos importantes de Colombia.

La idea de crear un vivario surgió gracias a la necesidad de tener un lugar en el zoológico donde la gente pudiera ver y detallar los diferentes tipos de animales que son desconocidos y de los cuales se tiene tan poca información porque infunden temor y desagrado, pero que al final llaman la atención de cualquier persona.

Se le llamó “vivario” ya que hace relación a un mundo de artrópodos, reptiles y anfibios.



Se puede decir que “es un universo profusamente habitado, cuya riqueza ubica a Colombia en el tercer lugar en megadiversidad del Planeta”. Estas son algunas de las palabras que expresa Gustavo Valencia con gran entusiasmo, ya que es uno de los lugares que le brindan mayor tranquilidad y excitación durante su labor en el Zoológico Santa Fe.

La principal labor de este intérprete ambiental es velar por el cuidado de las diez especies que habitan en el vivario y de las diferentes clases que existen que se dividen en reptiles, arácnidos, peces, anfibios, y en especial por la reproducción de ranas venenosas.

La especie del vivario más numerosa en la que se centran en estudiar y analizar son las ranas venenosas. Gustavo se interesa en la investigación de su reproducción.

Considera que en este momento el Zoológico Santa Fe es el único en Colombia que reproduce las ranas en cautiverio.

Al igual que las ranas venenosas, las otras especies son muy importantes en el vivario del zoológico. En la mayoría de animales se realiza un mantenimiento del hábitat de dos veces por semana. Solamente el sostenimiento de los arácnidos es una vez por semana.

Gustavo cuenta detalladamente el proceso de reproducción de las ranas venenosas porque lo considera lo más importante e interesante del vivario y de qué manera ha logrado interesantes experimentos.

Este proceso de reproducción empieza cuando las ranas se aparean; el macho siempre está sobre la espalda de la hembra. Al cabo de un mes las ranas desovan sobre una bromelia que compone gran parte de su terrario. Enseguida las ranas ponen sus huevos sobre esta planta que conserva siempre su humedad.

Gustavo explica que tiene que ir cuidadosamente a cada uno de los terrarios y saca las bromelias para levarlas al laboratorio donde tiene varias incubadoras hechas de plástico y llenas de agua. Allí deposita los huevos y al cabo de un mes empieza a salir de cada uno de ellos una “colita”, tomando la forma de renacuajos. Después se le debe suministrar un alimento muy pequeño llamado “pescarina”, especial para su desarrollo.

Después de un par de semanas las partes del cuerpo de los renacuajos empiezan a salir y de inmediato es hora de sacarlos del agua para llevarlos a un terrario solo de crías. Al poco tiempo se les empieza a suministrar insectos como alimento y son llevados a los terrarios de las ranas adultas para continuar su ciclo. Esto se hace separando cada especie para evitar híbridos.

Esta actividad, como contó Gustavo, se hace durante todo el año y para evitar la sobrepoblación se hacen intercambios con otros zoológicos por otras especies o por animales que no necesariamente son ranas.

Los cuidados que se deben tener con estos animales y sus experimentos son muchos: “A algunos de nosotros, los encargados del vivario, nos han pasado accidentes, la mayoría relacionados con manipulación de animales como por ejemplo mordiscos o persecuciones de alguna especie”.

Por último, Gustavo expresa con gran alegría que este trabajo lo considera como su mayor pasión y que cada día los descubrimientos y estudios que hace de estas especies lo motivan a seguir en sus investigaciones, ya que desde pequeño ha tenido una obsesión con los reptiles y anfibios que son los animales de mayor número en el vivario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario