miércoles, 27 de abril de 2011

Laura Cortés, la voz lírica de los pimientos

Por Sara Chalarca Tuberquia


Es un día tranquilo y se respira aire cálido. El Bosque de los Pimientos en el campus de la Universidad EAFIT crea una atmósfera tranquila para los alumnos de música que estudian bajo estos árboles.

A un costado de este agradable jardín está ubicado el bloque de Música, donde se concentran todas las clases de este pregrado. Entre las ramas y las hojas se pasean las notas de violines y guitarras, mientras las melodiosas voces acarician las flores.

En una banca de mármol está sentada Laura Cortés. Siempre ha tenido esa bonita sonrisa, esa energía que nunca la abandona suspira antes de recibir la avalancha de preguntas.

Mientras ella se maquilla, habla sobre su vida, sus anécdotas y curiosidades. Su cabello castaño oscuro, sus ojos grandes y cafés, transmiten alegría. “Para mí el canto lírico es algo muy humano porque es a partir del lenguaje de la voz hablada como se genera el canto popular y lirico”.

Su rostro se ilumina cuando recuerda sus aventuras de infancia. Con gran seguridad habla de ello. Su mamá fue su primera maestra de canto. A los 8 años se presentó al festival de la canción en el colegio, el cual recuerda gratamente debido a que fue una niña muy tímida. “Esto fue un paso muy importante en mi vida”.

El padre de Laura Cortés, no estaba de acuerdo, al principio en la decisión de estudiar música. “Yo hice los exámenes y todo el papeleo sin que él se diera cuenta, pero al ver que eso era lo que yo quería, recibí su apoyo”.

Esta bella voz tuvo su primer acercamiento con el canto lírico por medio de una profesora de EAFIT. “Cuando yo la escuché cantar me enamoré de la melodía de  su canto”. Esto fue lo que  motivó a Laura para que se le midiera a este género, poco usual.

“Uno como cantante lírico también es actor”
Los músicos, al igual que los gimnastas, corren, brincan y vuelan, pero con los melodiosos sonidos que producen. Al ejercitar la voz, el instrumento se vuelve más fuerte y hay menor posibilidad de que se contagie una gripa, que haya disfonías y reflujos, es cuestión de entrenar, fortalecer y hacer crecer la voz.

Como todo deportista que cuando tiene un campeonato hace una concentración, así mismo estos artistas se preparan fuertemente para sus conciertos y presentaciones, ensayan día tras día y también hacen su concentración un fin de semana completo el cual es dedicado solo a cantar acompañados de los pájaros y la brisa de la naturaleza.

En el canto lírico se enseña una técnica para aprender a manejar la voz, se requiere ciertas habilidades corporales para llegar a las notas que se necesitan. Por ejemplo, las coloraturas: son las notas más rápidas o las sobreagudas.

Algunos ejercicios corporales como la respiración llevan a los inventores de la música a la niñez. Los bebés tienen la respiración adecuada. Cuando se es joven y adulto solemos respirar con el pecho. En este campo se aprenden las diferentes formas de respirar como abdominal baja, intercostal y lumbar.

El canto lírico inició alrededor del año 1.500, antes de concluir la Edad Media. En este período se acostumbraba cantar madrigales como canciones populares. El canto lírico va acompañado en algunas ocasiones por el violín, el piano y una soprano. “También se suele ejecutar con orquestas, como las operas de Wolfgang Amadeus Mozart, expresa Laura con emoción, pues está en el quinto año de la carrera de música y le falta un semestre para terminar.

Le encanta el piano; riéndose de ella misma dice lo mucho que le costó aprender el proceso de este instrumento: “yo era muy torpe, yo no sé qué me pasaba, así que practiqué todos los días 24 horas y los resultados se vieron mucho después.
Con su cuerpo canta, se conoce a sí misma, viaja dentro de ella, resuelve cosas espirituales y sentimentales. Ha superado sus inseguridades y vive contenta al saber que el canto hizo un cambio en ella.

 “Yo era una niña muy tímida, tenía muchos tapujos”. Ahora ella creció, ya le da la cara al mundo, a su profesión, a su trabajo y principalmente a la vida, va caminando sin importar qué seguirá. Tiene muchos sueños, aunque todavía no quiere pensar demasiado en el futuro.

Quiere terminar su recital para el final del semestre, preparar una opereta “mini opera”, que no tenga muchos elementos. Le gustaría viajar a Alemania, Francia, Suiza, donde está la escuela de canto más antigua y más reconocida del mundo.
“A muchas partes quiero ir, lo que pasa es que es muy difícil encontrar apoyo porque hay mucha burocracia y el talento pesa bastante”, manifiesta Laura.

Al preguntarle  si alguna vez ha enamorado a alguien con su voz se ríe con picardía y dice: “¿Novio, novio? No. Pero sí me dicen que les gusta mi voz. Creo que se les remueve los sentimientos”.

Para esta artista es muy emocionante llegarle a la gente por medio del canto, hacerles hinchar el corazón con su dulce voz. Que las personas sientan esa sensación.

“Cuando uno le canta al amor y está enamorado esto hace que se llene de color lo que este cantando, así como pensar en una persona que me guste y cantarle de esa forma funciona”, Explica Laura.

Y concluye: “Cuando uno es cantante lírico también es actor, en cada obra se les asigna un rol”, y ellos deben ponerse en los zapatos de ese personaje, darle vida, voz y color por tres o cuatro horas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario